miércoles, 28 de abril de 2010

PAISAJES DESOLADOS.

Después de todo soy lo que tu quieres
un árbol añil entre sus hojas, gastado,
el fino rumos de alas y enseres
la espera y cautela de algún triste pasado.
Después de todo soy lo que tu quieres
el ajeno manjar de placeres prohibidos,
el triste pasajero de estaciones sin trenes
el asiento vacío del vagón sin olvidos.
Después de todo soy lo que tu quieres
el hombre sin rumbo que vaga perdido,
los vientos del alma que tibios infieren
desvelos de santos que han prescribido.
Después de todo y a pesar que he perdido
me llama a sosiego el calor de tu hoguera,
benditos recuerdos de haberte querido
sabiendo el final, aunque mate y te duela.